25 Capitulo-El bosque

Durante toda la noche estuve estresada, triste, abatida, apenada, entristecida… aunque dormí profundamente los sueños que me abatieron no eran nada placenteros. Soñé que nos mudábamos otra vez, que Nahuel se iba… y que me encontraba con una persona que no logré ver su cara ni saber su nombre, eso me estresó mucho más.
Al día siguiente me levanté en la cama de Nahuel, a mi lado se encontraba él durmiendo profundamente, me fui corriendo a mi cuarto sabía que no sería nada agradable que cuando me fueran a despertar no me encontraran. Llegué y me acosté, cuando estaba a punto de quedarme dormida, llegó Esme y me despertó.
- Hola Nessie…
- Hola Esme…. - dije mientras me sentaba
- ¿Cómo te has levantado hoy, hermosa?
- Realmente… entusiasmada.
- ¿Por qué? Si se puede saber.
- ¡Iremos al bosque a cazar hoy, cierto? Es sábado
- Bueno…
- ¡¿Qué pasa?! – le grité – lo siente – me retracté
- Los demás… salieron.
- ¡¿QUÉ?! ¿A dónde?
- Emmm… Debían resolver unas cuantas cosas
- Pero… me lo prometieron. Papá me dijo que hoy iríamos a un bosque que para cazar que estaba más apartado. Y que pasaríamos el día allí… - estaba enojadísima. ¡Me lo habían prometido!
- Lo siento Nessie… pero es algo urgente… - ¿estarían planeando la mudanza?
- ¿Algo grave?
- No, no, no te preocupes por eso…
- Pero…
- ¿Qué pasa pimpollo?
- ¿Hoy que voy a hacer? Es sábado…
- Teníamos planeado que salgas con Nahuel.
- ¿A dónde?
- A donde quieran. Yo los llevó y después me voy con los demás. Luego los pasaré a buscar.
- ¿Y por qué no vamos con el auto de papá?
- Porque tu padre quería que yo los vigilase…
- Ah. Entiendo.
- Bueno. Entonces cámbiate y los llevo.
- Okay.
Me levanté. Agarre del closet lo primero que encontré. Unos Jeans sueltos con una remera blanca con un estampado. Más tarde Alice me regañaría pero en estos momentos nada importaba. Se esta planeando una nueva mudanza a mis espaldas. Tenía que disfrutar el tiempo que nos queda aquí. Bajé a la cocina observando todo, quería tener recuerdo de todo lo que estuviese en ella. Al llegar abajo, se encontraban Esme y Nahuel. Me senté en la silla al lado de Nahuel y empecé a comer el tazón de leche con cereal que me habían preparado. Al terminar nos fuimos al auto. Seguía observando todo. No me quería olvidar de ninguna pieza de esta maravillosa casa. Tenía miedo que ni siquiera pudiese volver a verla… jamás.
- ¿Nessie que te sucede, porque observas todo como si mas nunca lo fueras a ver? – me preguntó Esme. ¿Cómo sabía? ¿también tenía el don de papá de leer mentes?
- No me sucede nada, es que es un día muy bonito - fue lo primero que se me ocurrió decir. El día afuera era horrible, estaba nublado.
- Bueno si tú lo dices…
Nahuel le hizo a Esme una mirada que después le contaría. Pero yo no quería que le contara. ¿Por qué todo el mundo tenía que saber mi vida?
- Y bueno… ¿a dónde quieres ir Nessie? – me preguntó Nahuel.
- A dónde quieras… ¿cuáles son nuestras opciones? – no me importaba el lugar, lo único que quería era disfrutar este último posible día.
- El bosque…
- Mmm, no. Otra vez al bosque, no…
- No me refería a este bosque… - mi cara se iluminó – escuché que tu padre te prometió llevarte al bosque que pasa el valle… ¿quieres ir?
- ¡¿De veras?!
- Si tu quieres
- Bueno entonces qué esperamos – dijo Esme y ésta le guiño un ojo a Nahuel.
Nos dirigimos al auto de Esme y nos llevó hacia el bosque.
Nos dejó allí y se fue.
El lugar era hermoso. El mejor bosque que había visto hasta ese momento. Tenía muchos árboles con hojas de color verde, amarillas, marrones. Una mezcla de colores preciosos. Me fascinaba.
- Este es el mejor bosque que vi en mi vida – le dije a Nahuel
- Sí. El mío también. Es hermoso
Caminamos un rato más. En un momento me agarró la mano y caminamos por el bosque agarrados de la mano. Era el mejor momento que había vivido en mi corta vida.
- ¿Qué quieres hacer Nessie?
- Mmmm. ¿Cuáles son mis opciones?
- Pelea, carrera, trepadas, búsqueda, cazar…
- Déjame pensar…
- ¿Tienes una mejor idea?
- Sí
- ¿Se puede saber cuál es?
- Hablar
- ¿Hablar?
- Si. Charlar. Sobre tu vida, la mía. Sobre tu familia… sobre nosotros…
- ¿Nosotros?
Le iba a preguntar si me consideraba más que a una hermana. Pero sabía que la respuesta iba a ser que no. Así que saqué otro tema.
- Nunca me has dicho Nahuel…
- ¿Qué cosa princesa?
- Tu estadía con nosotros… ¿cuánto durará? ¿te irás en la próxima mudanza? Porque si es así… presiento que será dentro de muy poco, sabes. Como te dije ayer… me parece que nos mudaremos, Nahuel. Y todo por mi culpa. Y no te quiero perder… - lo abracé y unas lágrimas cayeron levemente por mi mejilla y rozaron la mano de Nahuel.
- Nessie… por favor, no llores corazón.
- Pero no me quiero mudar. Y menos que tú te vallas.
- Primero y principal Nessie. No te vas a mudar.
- ¿Y como estas tan seguro?
- Te lo puedo asegurar Nessie.
- Pero si es obvio Nahuel. ¿Por qué crees que hoy no están? ¿Cuál piensas que es la razón de que se hayan ido a “resolver unos asuntos”? están planeando la mudanza.
- Nessie… Nessie… tus padres nunca te harían eso querida. Aparte ¿no te pusiste a pensar que quizás están “resolviendo unos asuntos” para que no se tengan que mudar?
- Puede ser…
- Segundo Nessie, yo me quedaré bastante tiempo. Supongo que dos mudanzas más…
- ¡¿Un año?! ¡Qué bueno!
- Sí Nessie. Supongo que me quedaré un año. Al menos que…
- ¿Qué?
- Nada Nessie
Odiaba que me digan “nada Nessie”. Algo me ocultaba. Y tenía que saberlo.
- ¿Qué me ocultas Nahuel?
- Nada, nada.
- No te creo.
- Nessie… hay algo que no te he dicho…
- ¿Tiene que ver con nosotros?
- ¿Nosotros?
- Sí…
- No, no. Va, depende a que te refieres con “nosotros”.
- Nahuel. ¿Tú como me consideras a mí?
- ¿Cómo?
- ¿Qué soy yo en tu vida?
- Tu eres la hermanita que nunca tuve mi chiquilla. Mi mejor amiga.
- Ah… ¿y nada más, cierto?
- Nessie… soy muy grande para vos…
- Pero si esperamos unos años…
- Tu padre no me lo permitiría Ness
- Pero dejando de lado a mi padre…
- Nessie… hay algo que no te he dicho. Que creo que es muy importante… pero…
- ¿Qué es Nahuel?
- Nessie yo tengo… - en ese momento algo nos saltó. ¡Era un jaguar! Lo agarré y lo empujé. Juntos lo cazamos y lo comimos… pero Nahuel se olvidó lo que me iba a decir y me quedé con la curiosidad.
- Buena atrapada Ness.
- Gracias.
- Creo que deberíamos volver.
- ¿Llamamos a Esme?
- ¿Te pareció que quedaba lejos?
- No… ¿estas pensando lo mismo que yo?
- Este bosque da al otro.
- Perfecto.
- En sus marcas…
- Listos…
- ¡YA! – gritamos los dos y nos fuimos corriendo.
Gané yo como siempre que tenía la ropa adecuada.
- ¡Te gané! – alardeé.
- Ja ja.
Entramos a la casa y había muchos murmullos. Fuimos a la cocina y no podía creer lo que veía ante mis ojos.