96 Capítulo: Revelación

Renesmee Carlie Cullen

- Ya estoy cansada, Rose – le dije a la de rizos dorados que se encontraba en frente mío – estoy cansada de estar encerrada acá, sin poder salir libre, pasear por el bosque, ir a la escuela, con mis amigas. Salir, divertirme. Ya me es muy aburrido esto, Rosalie. Estoy así desde hace como una semana, sin interactuar con gente excepto con ustedes. Todo bien con mi familia, pero quiero algo de diversión, ¿sabes?
- Te entiendo, Nessie, sé cómo te debes de sentir, pero es lo mejor para ti el estar encerrada en tu casita. Es muy peligroso ir a afuera, están esos vampiros que vinieron por ti, y sabemos que no es nada confortable que estés andando por el bosque cuando ellos pueden llegar y no sabemos qué es lo que harán.
- ¿Y cuándo terminará todo esto? ¿Cuándo seré libre de andar por donde yo desee? ¿Cuándo se va acabar esta tortura que tanto me cansa?
- No sé, Ness, por ahora es mejor que nos quedemos así, hasta hacer desaparecer a esos vampiros.
- ¿Y ahora donde están?
- No sabemos, no los encuentran más.
- ¡Se fueron entonces! ¡Ya puedo salir!
- No Ness, no es completamente seguro.
- Pero, Rose. ¿Voy a quedarme así hasta que los encuentren y los maten? Dale, va a faltar un montón de tiempo.
- No, Ness. Hasta que estés segura.
- ¿Y cuándo será eso?
- No lo sé. Hay que esperar.
Odiaba lo que me estaba ocurriendo. Sin poder salir, estar encerrada, protegida por miles de alarmas, de todo para que nadie me pueda hacer nada malo. Pero para colmo ya no había rastros de los vampiros, no entendía cual era el problema. Aunque no de edad, si no de apariencia, yo era una adolescente, parezco de quince años ya y debo divertirme como una niña de mi edad. Tengo que hacer cosas como las chicas de quince años, como salir con mis amigas, divertirme, conocer gente. Aparte lo mejor de todo, es que podría salir con Jacob. Él tenía diecisiete años, dos años nomás nos llevábamos. Nada. Era perfecto. Podríamos ir al cine, caminar, cenar, fiestas. De todo. Ya era hora de esas cosas. ¡Quiero una vida normal! Es lo único que pido. Una vida sin estas cosas que me suceden, convivir con la gente común y corriente y comportarme como ellos. No aguantaba más tener que soportar obedecer a mis tíos, padres, y abuelos como lo hacía. Quería divertirme y pasarlo excelente con mis amigos. Nada más. ¿Es mucho pedir?
El timbre sonó.
- ¿Quién es? – preguntó Rose – clave.
- Alice. Jackelina – cantó la clave y Rose la dejó pasar.
- ¿Cómo estás? ¿Hubo noticias? – le preguntó la de rizos a Alice
- Sí. Necesito hablar con Renesmee.
- Las dejo – y se fue Rose.
- ¿Qué pasa Alice? ¿Ya me van a poder dejar salir?
- No, criatura. Debo hablar contigo. Seriamente.
Odiaba las charlas serias, me hacían sentir interrogada. Por más decir que Alice las hacía intensas y eso provocaba el sentimiento de interrogación aún más contundente. Me estresaba.
- ¿Qué pasa?
- He tenido una visión –me dijo.
- ¿Y qué tengo yo que ver? Si yo no puedo aparecer en tus visiones.
- Por ello mismo. Tú no estabas en mi visión, Criatura.
- ¿Y?
- Estabas desaparecida, Renesmee. Te habías ido con Jacob.
En ese preciso momento mis ojos se abrieron completamente. No sabía que responder, qué emitir. Debía pensar en algo, alguna excusa, y rápido. Tenía que hacerme la desentendida, o lo que fuese para que no se den cuenta de nuestro plan. Porque si lo hacían... adiós Jake.
- ¿Eh? – Fue lo único que pudo salir de mi boca - ¿De veras?
- Sí, Criatura, lo vi hace un rato, y estamos un poco preocupados porque suceda de verdad.
- Por supuesto que no pasará, Alice.
- ¿Pero alguna vez has tenido la idea de escaparte con Jacob, Criatura? Di la verdad, porque necesitamos saberlo. Es muy peligroso lo que vi. Demasiado.
- No, tía, enserio. Nunca se me ocurriría separarme de ustedes.
- Eso espero Renesmee, porque si eso llegase a ocurrir, me temo que nos pondremos en peligro. Todos.
- ¿Pero qué fue lo que exactamente has visto Alice? ¿Segura que me fui con Jake?
- No estoy completamente segura, pero... como van las cosas, y allí en mi visión no estabas ni tu ni Jake, lo único que pensábamos en aquella visión era que te habías ido con él.
- Pero no estás segura, Alice, puede ser cualquier cosa lo que has visto. Quizás me hayan secuestrado los vampiros y Jake solo fue a buscarme. Quizá hayan hablado anteriormente con Jake y como no aparece él en las visiones no lo puedes ver. Hay diversas posibilidades, no debes culparme con algo que no sabes con certeza, tía.
- Ya se Criatura, pero estamos muy alterados y lo único que faltaría es que te escapes con Jacob. Nos romperías el corazón a todos. Sabes que no podremos vivir sin ti.
En el momento que pronunció aquellas palabras, con sentimiento arduo y profundo, pude presenciar el vacío que sentiría mi familia con mi ausencia. Me imaginaba a mi madre, mi padre, mi tía Rose y el resto sentados en la hoguera esperando a que volvase. Viendo el fuego crear siluetas con mi nombre y ver el sol caer en el atardecer sin mí junto a ellos. Sin cocinar comida, cuidar a alguien al dormir. Sin tener un completo motivo de vida, como la llevábamos. Días pasan, semanas, meses y yo ausente. A la persona que más cuidaron desde que me encontraba en el vientre de mi madre desaparecería. Y uno nunca sabe lo que le pueda llegar a pasar en los viajes de cada uno, por ellos no me pude imaginar la vida de mi familia sin mí. Sin nunca retornar, y sin saber de mí... para siempre.
-No te preocupes, Alice, nunca me iré.
- Eso me alegra, Renesmee
Pero por otro lado no podía dejar de pensar en Jacob. Mi vida sin él. Previamente no lo conocía pero siempre sentí un vacío dentro de mi ser. Y ahora que lo conocí y lo sentí. Lo tengo tan cerca, no se puede ir devuelta. No lo puedo perder. Y sé que en cualquier momento me lo arrebatarían de mi vida cuando menos lo espere. No podría pasar lo mismo, otra vez. Aquel vacío que presencié por tantos años, no podía volver devuelta. Yo me imaginaba una vida llena de Jacob. Yendo al bosque a correr, vivir con él. Amarnos. Aunque todavía no podríamos hablar de aquel tema, expresar claramente nuestros sentimientos, yo sentía que lo amaba, y que él a mí. Seríamos una pareja perfecta, y no podía perder aquello. Aquel sentimiento que tanto me gustaba y tanto lo había buscado. No podría perderlo. Debía luchar por aquel amor y vivir con él, en paz. Y si la única manera de conseguirlo era escaparme de mi familia, no creía que haya otra solución. Debía hacerlo, o por lo menos intentarlo.
- ¿Lo juras Criatura?
- Soy una chica de palabra, Alice, cumplo mis promesas. – era verdad. Le había prometido algo a Jacob y por nada del mundo rompería aquella promesa. Si la situación lo demandaba, me iría con él. Al río, y solo dios sabrá que nos esperará.
- Muy bien, Renesmee. Voy a ver unas cosas, ahora mandaré a alguien a cuidarte.
- Manda a Jacob – le pedí.
- No, Criatura, a Jake no podré mandarlo.
- ¿Por?
- No es correcto, después de lo que vi, es mejor que los dejemos distanciados. Mejor para todos.
- ¿Mejor para todos? Para ustedes querrás decir.
- No, Criaturita, es enserio.
- Estoy harta Alice. Me cansé. Voy a salir de la casa. No aguanto más acá.
- No Renesmee. – se me acercó
- Sí.
Me la quité de encima y abrí la puerta. Respiré aire. Era muy relajador. Corrí hacia la puerta de entrada e ingresé. La casa contenía un silencio sepulcral. Avancé hasta el living y localicé a mis padres hablando con Carlisle, Emmet, Rosalie y Esme. No había señal de Jake.
- ¡Ness! – me gritó Edward.
- Se me escapó – advirtió Alice.
- ¿Qué ha pasado, Renesmee? – preguntó mi madre.
- Nada – canté.
Me di la vuelta y subí las escaleras encerrándome en mi cuarto. Ya no me iban a mandar más, era libre de hacer lo que desee.
Tocaron la puerta.
- ¿Quién es?
- Mamá y papá – avisó Edward – podemos pasar.
- No – negué.
- Tenemos que hablar – e ingresaron.

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