11 Capitulo-¿Dónde está Sam?

Al llegar a casa me di cuenta de lo mal herido que estaba, tenía rasguños y mordiscos por todas partes. No me importó. Lo que más me dolía era la preocupación de mi novia, Leah y de la reacción que Sam tuvo al escuchar la noticia. Ninguno se hubiera imaginado tal reacción.
- ¿Jake estás seguro que no quieres ir al hospital? - dijo Seth mientras observaba mis heridas en carne viva.
- No Seth, lo único que quiero es hablar con Emily. Leah, se lo debemos, estoy seguro que ella sospechaba sobre nuestra relación y nos apoyó hasta antes de que se lo confirmáramos.
- Muy bien Jake… - me dijo Leah, con tono de preocupación - hablaremos con ella después que te cures
Los tres nos dirigimos a casa de Sam, en mi carro. Al llegar vimos a Emily sentada en una de las sillas de la cocina. Tocamos y al pasar Emily se paró entusiasmada. Al ver que éramos nosotros se volvió a sentar con cara de tristeza.
- Hola Emily ¿Cómo estás? ¿Han sabido algo de Sam?- dijo Seth mientras se sentaba a su lado
- Hola chicos, no. Paul y Quil lo siguen buscando pero es como si se hubiera ido al otro lado del mundo, donde el olfato y la mente de un licántropo no llega.
- Emily, de verdad lo sentimos- dije mientras observaba a Leah. Estaba realmente preocupada por Sam, y por su prima.
- Prima, te queríamos pedir perdón, nunca imaginamos que Sam se tomaría nuestra relación del modo que se lo tomó, solo queríamos que todos lo supieran… si hubiéramos sabido que reaccionaría así…- dijo Leah intentando con todas sus fuerzas no llorar.
- No tienen porque disculparse, están enamorados, su deber era decírselo a la manada. Yo soy la que me disculpo por la actitud de Sam. Ustedes se merecen toda la felicidad y más después de todo lo que han pasado, ambos se complementan.
- Quien lo diría mi hermana y mi mejor amigo, jaja ya era hora Jake -dijo seth, en tono bromista para alegrarnos a todos. Era algo que solía hacer siempre en este tipo de situaciones.
Todos nos quedamos en silencio, no podía creer que no consiguiera alegrarnos, como siempre lo hacía. Pero mi mente estaba en otro lado. Pensaba en aquellos lugares del bosque donde podría estar Sam, pero era inútil. Todos eran lugares a los que ya Quil o Paul buscaron.
- Leah, tienes que saber esto, le prometí que nunca te lo diría pero tengo que hacerlo -interrumpió Emily el pensamiento de todos- Antes de que Sam me conociera, el te amaba mucho. Todo cambió por lo de la impronta. Sam pasaba días y noches buscando la manera de que no te doliera tanto, ya la situación traía consigo mucho dolor pero este se multiplicaba al yo ser tu prima, eso es como una traición. Todos vimos lo que sufriste, y créeme el que más se preocupo por ti fue él. Después de todo esto, se hizo la promesa de que no permitiría que pasaras por todo eso otra vez. Por eso fue su reacción. Pero lo que no comprendo es el porqué, es mejor que estés con Jake que todos conocemos y sabemos que no te hará daño, a que estés con un desconocido, que no sabe tu secreto, y podría perjudicar a toda la manada…
Mientras Emily decía estas palabras, Leah empezó a llorar. No soportaba verla así. La estreche contra mi pecho con mucha fuerza. Ella enrolló sus brazos alrededor de mi cintura. Cada lágrima que brotaba de sus ojos era como si me arrancaran una parte de mí.
- Chicos, voy a buscarlo. Me siento inútil- dijo Seth. Luego salió por la puerta de atrás hacia el bosque.
Leah se sentó en el puesto que había dejado libre Seth. Yo me quedé parado, observando como una decisión había separado a toda la manada. No entendía a Sam. Desde hace tiempo no había estado tan feliz. Parece que mi vida, desde que se fueron los Cullen, estaba destinada a ser sufrimiento y dolor, y que los pequeños momentos de felicidad, los que me hacían seguir adelante, se acababan al instante.
- Creo saber dónde encontrarlo- dijo Leah entusiasmada mientras nos miraba- hay un antiguo lugar donde siempre íbamos cuando éramos pareja, él me dijo que nadie conocía ese lugar, y que cada vez que necesitaba pensar, iba para allá. Es un lugar muy apartado de Forks y de La Push, puede ser por eso que no lo pueden rastrear.
- Perfecto, vamos- dije mientras me dirigía hacia la puerta.
- Emily… nos vamos… estoy segura que lo encontraremos- aseguro Leah y le dio un fuerte abrazo.
El trayecto fue largo – nos llevamos ropa por si nos convertíamos. Llegamos a un lugar donde se encontraba un viejo restaurante abandonado al lado de la carretera. En la parte de atrás se encontraba un río y luego empezaba el extenso bosque que cubría a Forks. Nos transformamos, cruzamos el río y nos dirigimos hacia el bosque corriendo. Sabía que Leah se encontraba muy triste, pero no sabía cuánto, por primera vez desde que la conocí, dejó que le ganara una carrera que le propuse para alegrarla un poco. Cuando nos acercábamos decidimos volver a nuestro estado humano para que no pudiera leer nuestros pensamientos y huyera.
- Leah no me gusta verte así, por favor cambia esa cara -dije mientras caminábamos.
- Jake, por favor dime que esta decisión que tomamos no fue un error. Parece que solo pensamos en nuestra felicidad y ahora la estamos pagando caro - dijo con tono de tristeza.
- Para nada Leah, es la mejor decisión que podíamos tomar... por todo lo que pasamos los dos… y por lo que sentimos… Sam tiene que aceptarlo… no te preocupes, lo convenceremos - dije mientras le tomaba la mano.
- Jake… te amo – esas palabras realmente me llegaron
- Yo también Leah
Ninguno se había acostumbrado a la realidad de que éramos novios, por ello al decir estas últimas palabras, no quedamos callados. Caminamos hasta llegar a un acantilado, de lejos se veía una silueta, era Sam. Leah tenía razón. Ahora había llegado el momento, teníamos que enfrentarlo.