16 Capítulo-La nueva casa

Todo el trayecto hasta Ottawa estuve durmiendo, estaba demasiado cansada. Además no quería escuchar a mi papa o a Carlisle diciéndome qué debía hacer al llegar al colegio, cómo debía comportarme, qué le debía decir a mis nuevos compañeros, etc. Creo que tienen una falla de memoria, ¿no se acuerdan que me han repetido lo mismo durante las 6 o siete veces que nos hemos mudado?
Llegamos a una casa blanca de tres pisos, con ventanas muy grandes. Estaba apartada del pueblo, como siempre muy cerca del bosque para poder irnos de caza. Solo tenía cerca una pequeña casa, que según me dijo Alice, sus dueños nunca venían, así que estaba desocupada. Atrás se encontraba un río. Al principio pensé que estaba soñando. Pero cuando Alice me confirmo que esa era nuestra nueva casa me quedé boquiabierta. No había visto casa tan bella en mi corta vida. Mientras observaba, Emmet me lanzó una maleta.
- Ehhy… piensa rápido - dijo mientras la maleta volaba por los aires hacia mí. La atrape con un poco de dificultad.
- Emmet…. puedes lastimar a la niña… cuantas veces te lo tengo que repetir - dijo Rosalie regañándolo.
- Esa niña es más fuerte que todos nosotros juntos, no te preocupes corazón
- Emmet, Rosalie, no empiecen, no queremos llamar la atención desde el primer día - dijo Esme. Fueron las últimas palabras que escuché, mientras entraba por la puerta de nuestra nueva y espectacular casa.
Al entrar lo primero que se veía era la gran sala, donde ya se encontraban nuestros muebles, no sé cómo no me di cuenta antes de que estos no se encontraban en la antigua casa. Después la cocina, al verla, las tripas me sonaron pero no me importó estaba demasiado sorprendida con todo. Subí las escaleras, pero cuando estaba casi a punto de llegar al segundo piso, me interrumpió Jasper.
- ¿Chiquilla a donde te diriges? Vas a llegar tarde al cole - dijo mientras observaba a Bella a su lado.
- Cierto hija, no creas que se nos olvidó. Vamos - dijo mami mientras me cargaba escaleras abajo.
- Pero mamá, no quiero ir. Quiero conocer la casa, a demás si muy pronto me voy a tener que ir a otra escuela, que importa que vaya un día más o un día menos - dije intentando convencerla. De verdad quería quedarme en la casa, era fascinante.
- Alice, Jasper ¿pueden llevar a Resnesmee al colegio mientras nosotros resolvemos algunos problemas?
- Está bien, Bella. Después me cuentan. Recuerda cuanto antes el escudo de la casa - mama por seguridad, en todas las casas a las que nos mudábamos le ponía un escudo protector. Me encantaba el poder de mamá porque así mi padre no podía leer mis pensamientos.
- Gracias alice, ahora mismo lo ago - dijo Bella.
- Denada. Jasper, por favor tráeme mi bolso.
- No quiero ir al colegio, mamá. – me planteé seria
- Renesmee, ya hablamos de este tema…
- Pero ustedes no van a ir hoy – como era un día soleado, no podían salir, pero desafortunadamente, yo sí.
- ¿Y?
- Yo tampoco tengo que ir si ustedes no van…
- Renesmee. Vas a ir al colegio quieras o no. Así que basta de reproches
- Bien – le respondí, enojada
Cuando nos subimos al auto. Alice sacó de su bolso un sanguchito.
- Toma criaturita. Por estar de refunfuñona no comiste. Debes tener mucha hambre - en ese instante mi estomago sonó.
- Creo que el estomago respondió - dijo jasper bromeando.
Me devoré el sándwich, no sabía si era el hambre o que estaba muy bueno, pero fuese lo que fuese rápidamente pasó a mejor vida.
El día en el cole fue igual que todos los anteriores primeros días, algunos profesores me presentaron a la clase otros simplemente me dieron la bienvenida y me asignaron un puesto. Al principio me daba mucha pena presentarme a mis nuevos compañeros, ya a estas alturas, era una costumbre. Solo quería que el día terminara para ir a la casa, y conocerla por completo, me mataba la curiosidad de verla. En clases de castellano, uno de mis compañeros se acerco a mi lado y me dijo.
- Hola mi nombre es Jake. ¿Cómo te llamas? - jake por qué ese nombre se me hacia tan conocido. Tenía un presentimiento pero no estaba segura.
- mi… Nombre es... Renesmee. Todos me dicen… Nessie- le respondí pausadamente. Estaba pensando. Ese nombre me había hecho recordar algo pero no sabía que era. No le di importancia y le pregunté.
- ¿Cuántos años tienes? - le dije.
- 10 ¿Y tú? - me respondió.
- Eh… 3… - respondí. Qué había dicho, el peor error de mi vida. - perdón 10 igual, estoy un poco dormida - respondí para remediar. En ese momento sonó el timbre y llegó el profesor. Menos mal, fui salvada por la campana. Cuando llegó la hora de salida en el estacionamiento, me esperaba mi mama, recostada de la puerta del Ferrari que le había regalado Edward. No le podía decir mami, porque la gente pensaba que era mi hermana… junto con mi padre y mis tíos – quienes iban a la secundaria – y éramos hijos adoptivos de mis abuelitos Carlile y Esme.
- Mi vida, ¿Cómo la pasaste? - me dijo Bella entusiasmada, mientras me daba un beso en el cachete. Me queda callada mientras nos montábamos en el carro y mami lo encendía.
- Bien aunque me sucedió algo muy extraño… - me quede callada. No sabía si debía decírselo.
- ¿Qué paso hija? - dijo mientras nos alejábamos del colegio.
- Conocí a un chico… llamado Jake… - al decir ese nombre, mami se puso tensa. No sabía qué había dicho. Pero su actitud me respondió una pregunta que traía desde hace muchos años. Mi familia me estaba ocultando algo que tenia que ver con un Jake pero no estaba segura qué podría ser.
- Aja hija que paso con Jake. ¿Era guapo? - dijo con tono sobreactuado, nunca había sido buena para ocultar sus emociones. Se notaba que quería cambiar el tema, pero esta vez no lo lograría.
- No mami, no es eso, es que cuando me dijo su nombre, sentí como si una parte de mi, que no sentía desde hace tiempo, hubiese despertado - mami se tensó aun mas. Apretó sus manos con tanta fuerzas alrededor del volante que pensé que lo rompería.
- Mami ¿sucede algo?
- No nada hija ¿por qué?- odiaba cuando pensaba que no me daba cuenta de las cosas.
- No, por nada mami - le respondí un poco enfadada.
Todo el trayecto hacia la casa fue largo y muy silencioso. Al llegar me bajé del carro volando, deseaba seguir el recorrido que llevaba antes de irme al cole. Quería ir como rayo, pero debía controlarme y entrar caminando como persona normal. Al entrar dejé mi bolso lanzado en el mueble y subí corriendo. Nuevamente cuando estaba llegando al segundo piso me interrumpieron y me devolvieron al primer piso. Esta vez fue Edward con la excusa de que no debía dejar mis cosas tiradas por allí. Estaba empezando a sospechar que algo me ocultaban pero que podía ser, una nueva cama, waoo que sorpresa.
- Papi, ¿por qué no me dejan ver el piso de arriba? - Edward observaba a Bella como si la estuviera escuchando. Me di cuenta que a mami se le había olvidado poner el escudo, este no permitía que utilizáramos nuestros poderes dentro de la casa. Por lo que toqué el brazo Edward y me miró de inmediato. Su cara de preocupación no me sorprendió, era la misma que mi mama tenía en el carro cuando le dije lo de Jake. Bella ya le había dicho.
- Muy pronto lo sabrás, princesa - dijo por salir del paso - todos reunión familiar urgente esta noche.
Después de eso se puso a jugar conmigo. La curiosidad de lo que había en el piso de arriba me estaba matando así que le pregunte.
- ¿Papi que es lo que me ocultan? Quiero conocer la casa.
- Hija, no te ocultamos nada, además ya la conociste
- Pero la quiero conocer completa
- ¿Quieres ir a conocer el pueblo? - cambió de tema bruscamente.
- Sí, está bien. Con una promesa, después me dejas ver la casa completa - dije en un intento de convencerlo.
- No te prometo nada-dijo mientras me cargaba sobre sus hombros. Nos montamos en el carro y nos fuimos. El pueblo era pequeño, las calles eran muy estrechas solo tenían un canal para cada sentido y a cada lado se encontraban tiendas. Era aburrido, hasta que en una parte había un cartel que decía: “cuidado lobos en el camino”. No me llamó la atención que hubieran lobos en el pueblo , sino que al leer y pronunciar en mi mente la palabra lobo, ese extraña parte de mi volvió a despertar. Estaba empezando a entender todo esto. Ahora tenía dos pistas, para recordar eso que olvidé y al parecer era muy importante para mí. Llegamos a casa. Estaba exhausta, así que me fui a dormir. No sabía exactamente a donde me dirigía, por lo que pregunté.

- Abuelito ¿a dónde voy a dormir hoy?-
- Ven hija, yo te llevo- respondió Carlisle, cariñosamente.
Me llevo a una recamara que se encontraba en la parte de atrás de la casa en el primer piso. Me quité la ropa, me puse un short y una camisa toda desteñida, en eso llego Alice y me regaño por ponerme esa pijama. Lo único que quería era dormir por lo que dejé que me pusiera cualquier cosa que se le ocurriera al momento y me acosté. No sé en cuento tiempo me dormí. Al rato me desperté de golpe, no sabía qué pasaba. Salí de la habitación para tomar un poco de agua, y escuché. Se supone que debía estar dormida, por eso todos hablaban sin problema. Mientras me dirigía de nuevo al cuarto, ya que me sentía mal espiando a mi familia, escuché a Edward decir:
- Tenemos que apresurarnos con la sorpresa de Nessie…
¿Sorpresa? ¿Cuál? ¿Dónde? Una parte de mí, me decía que me quede… y la otra que me vaya… pero decidí irme y que fuese tal y como decían, una sorpresa.