6 Capitulo-Confusion

No se cuanto tiempo estuve corriendo en mi forma humana, debieron ser horas, no lo se. Solo se que empezó a llover pero no me importo, no podía parar, no quería pensar en lo que me había dicho Bella por teléfono. ¿Cómo me pudo hacer esto? A mí, a su mejor amigo, el que siempre estuvo a su lado cuando mas me necesitaba, quien la apoyo en todo momento.
Estaba muy enfadado y aunque sabía que no podría matarles, aún quería. Tenía que alejarme los más posible de todos y en especial de la manada. No quería que se enterasen de lo que me pasaba y mucho menos que supiesen el porque de la marcha de los Cullen.
Pero también había algo de lo que no dejaba de pensar, y era en Leah. No entendía muy bien el por que. ¿Qué eran estos sentimientos que tenía? Acaso yo podría estar enamorándome de… ¡NO! eso era imposible yo amaba, amo y amaré siempre a mi Nessie. ¿Entonces por qué no dejaba de pensar en ella? Mientras intentaba encontrar un significado a estos nuevos sentimientos, oí una voz familiar.
-¡Para Jake! espérame por favor.
¿Qué hacía aquí Leah?¿Cómo me pudo seguir sin darme cuenta?
- ¿Por qué no me dejas solo? ¿Acaso no ves que no quiero hablar ni estar con nadie?
-Eso es lo que tu crees, pero no es verdad. Necesitas a alguien con quien hablar y sabes que no quieres esta solo.
-No digas tonterías… Así que márchate por favor.
-¡NO!
¿Por qué tenía que ser tan cabezota? ¿Acaso no entendía que lo mejor que podía hacer es dejarme solo?
-¡Leah! márchate a casa. Aún no estas recuperada del todo de tus heridas y lo mejor es que tengas reposo
-¡OH vamos! sabes tan bien como yo, que nos curamos rápidos, no me hace falta descansar. Escuchame un momento y si quieres después me voy.
En su voz había dolor, tristeza así que la miré. Vi sus ojos tristes y no quería que se sintiera así por nada del mundo.
-Esta bien, te escucho.
Suspiré profundamente y esperé a que hablase.
-Crees que lo mejor en estos momentos es estar solo y no es así, se como te sentís, se que hubo un momento en el cual querías matarlos y te diste cuenta que no era lo mejor. Quiero que sepas que todos estamos aquí para apoyarte y ayudarte siempre que nos necesites. Somos tus amigos y siempre lo seremos.
Leah estaba mirando al suelo, era como si quería ocultarme algo, algo que no quería que supiese.
-Gracias, Leah.
Miró hacia arriba y me sonrió, así que le devolví la sonrisa. Era extraño, me sentía algo mas aliviado, estaba mejor. Como si su compañía fuese una cura para mi dolor, una luz en mi agujero negro, un ángel que me rescato de mi infierno interior.
-Vengar te acompaño a tu casa.
-No tienes porque hacerlo, Jacob
-Lo se, pero quiero hacerlo. Si no es un inconveniente.
-Para nada me encantaría.
Caminamos por el bosque sin hablar, parecía que ella quería decirme algo pero no se atrevía.
Mientras nos dirigíamos hacia su casa yo estaba dudando si decirle lo que me estaba ocurriendo o no. ¿Qué le podía decir? “Leah, no se que me ocurre contigo, pero creo que me estoy enamorando de ti” …Estoy seguro que si se lo digo, ella se reirá de mí o me contestaría que soy un idiota, y tendría razón. ¡SOY UN IDIOTA! Seguro que ella todavía estaba enamorada de Sam y si yo me estaba enamorando de ella, quedaría como un tonto. Jamás podría competir con Sam, el era mucho mas fuerte que yo .Incluso mejor líder.
Llegamos hasta su casa y la acompañe a la puerta.
-Leah, quería darte las gracias otra vez.
-No me las tienes que dar, para eso somos amigos.
Ella se acerco a mi y me abrazo, me quede helado… ¿qué significaba esto? sentí como su cuerpo me daba calor, era como si mi cuerpo fuese hielo (casi que parecía a un vampiro) y ese calor me aliviase. Así que le devolví el abrazo, debimos estar abrazados unos minutos y durante este tiempo no sentí dolor, sino paz y felicidad. Me debatí si decirle lo que sentía o no, y decidí que lo mejor era dejar las cosas como estaban.
-Nos vemos mañana, que descanses.
-Hasta mañana, Jake.
Espere a que entrase a casa y me dirigí a la mía pensando en todo que me sucedió esta tarde.
Desde que se habían marchado, lo único que sentía era un dolor muy fuerte en el pecho y ahora es como si ese dolor hubiese desaparecido. Como si el calor de Leah me hubiese devuelto fuerza, felicidad y sobre todo PAZ. Era un alivio poder volver a respirar, vivir, aunque se que jamás podría olvidar a esa criatura que amaba, sabía que algo en mi estaba cambiando.
¿Quién iba a decirme que algún día llegaría a enamorarme de Leah? Si me lo hubiesen dicho, estaba seguro de que me reiría. ¡NO PUEDO CREER QUE ME ESTE PASANDO ESTO! debía ser cosa del destino para que llegara a estos extremos.
Parecía que mi vida era sacada de una telenovela, estoy seguro que si se lo contase a alguien, diría que estoy loco.
Llegué a mi casa, y no había nadie levantado así que supuse que mi papá ya estaba durmiendo. Me fui hasta mi habitación y puse música en mi reproductor, mientras me acostaba en mi cama y dejaba que estas emociones que sentía me envolviesen el la oscura noche.