Cielo Nocturno - Un amor inevitable

-PRIMERA PARTE-

Todos los problemas de los Vulturis fueron acabados. Pero un nuevo conflicto se le presenta a Jacob.
Cuando Jacob se entera que Los Cullen lo alejarán de Renesmee por el bien de ella, no lo puede soportar.
Intentará hacer todo lo que le haga falta para tenerla devuelta, y cuando piensa que está cerca de conseguirlo, un nuevo problema se le presenta.
¿Podrá el amor de Jacob y Renesmee volver a renacer?

9 Capitulo-El beso

martes, 10 de marzo de 2009

 

Al escuchar esas palabras, esas que solo sus labios podían pronunciar, que solo saldrían de su boca: - Eres tú -. Mi corazón intento seguir latiendo, su sonido era irregular, sentí como se paralizaba para luego abordar un latido mas fuerte. Empezó a zumbar con todas sus fuerzas, mi ser estaba concentrado en ese sonido, tanto que quizás debió ser la razón por el cual no podía emitir palabra alguna. En un intento de expresión ahogado solo conseguí pronuncia la monótona silaba
- O-h-h…!–
- ¿Eh?...- Me preguntaba Leah confundida mirándome fijamente.
- Leah… mmm... Pronuncie su nombre, el cual era difícil pronunciar hoy mas que nunca.
- ¿Si? –
Mi decisión estaba tomada, así que no había justificación para rodeo alguno. No ahora que la tenia en frente y en el momento justo.
- ¿Quisi-erasss ser-mi-no-viaa? – Tartamudeé.
- Sii – me respondió sin pensarlo, aunque con su voz quebrada.
Mi cara se iluminó profundamente, al punto en que ella notó mi emoción. Estaba feliz y me pareció irradiar esa alegría a todos los rincones del lugar donde nos encontrábamos. Quise entonces hacer solo una cosa, una que completaría mi felicidad y que quizás me demostraría que esto no era un sueño. Tenía su rostro cerca y me fui aproximando lentamente. Podía escuchar la melodía emanada por los latidos de su corazón los cuales se acompasaban con los míos. Los dos latían a la misma velocidad, sincronizados… perfectamente coordinados. Di otro paso en su dirección, lo único que podía hacer en ese momento era besarla.
Una de mis toscas manos rodeo la parte posterior de su cuello mientras la otra se perdía en una curva de su cintura, curva que parecía ser mi perdición en ese momento. Atraje su cuerpo hacia a mi, su aroma era dulce, sentía su aliento cada vez mas cerca y en ese momento presione mis labios contra los suyos. Sentí dulzura en un instante pero luego ella respondió con una fuerza inexistente la cual yo consideraba notablemente placentera. Nunca nadie me había besado con tanta sinceridad en mi vida. Hizo que experimentara un sentimiento más profundo y noble por ella, algo que no había sentido hasta ahora. Ni siquiera aquella vez que Bella me besó ante la eminencia de perderme en la batalla con los neófitos y los chupasangres. Quizás influía el hecho de que aquel beso fue de suplica y no de amor puro.
Sus labios se amoldaban a los míos con una nueva calidez. No tenia que ser cuidadoso con Leah... ni ella conmigo, y fue una gran ventaja ya que era un beso extraño, suave al tacto pero que imprimía una fuerza voraz quizás solo propia de nuestra especie. Nos dejamos caer sobre su cama lentamente. Me pareció notar que nuestra temperatura se elevó al punto de causarnos un sofocón a ambos. Seguimos en esta situación por un rato pero luego decidí parar. No me parecía correcto ir tan rápido a pesar de que ella nunca puso un obstáculo alguno. Me separe suavemente de su cuerpo y me senté en un extremo de la cama.
Me detuve… pero me encontraba tan feliz. Por primera y única ve en este último año que ha pasado desde la partida de ella, de Nessie, me sentía verdaderamente feliz. “Satisfecho” seria un buen adjetivo para calificarme en estos momentos. Este beso definitivamente era lo que necesitaba para salir de ese orificio oscuro y hondo en donde me encontraba en este año, si… era lo que necesitaba para recuperarme de aquella perdida.
- ¡Guauu! – Una voz masculina interrumpió mis pensamientos y no era mi conciencia la que hablaba. La voz venia del exterior de la habitación. Fije la mirada en la puerta para detallar quien se asomaba. Era Seth.
- ¡Seth!, que demonios haces aquí en mi habitación? – Le grito Leah sonrojada por la interrupción de su hermano a veces tan inoportuno.
- ¡Nada, nada… ya me voy, ya me voy… no interrumpo mas! – dijo con una voz charlatana y burlona al mismo tiempo que me guiñaba un ojo. Dio la vuelta y se perdió tan rápido, ni Leah ni yo tuvimos tiempo de emitir sonido alguno en su contra.
- Ufff… a veces me provoca dejarlo sin pelaje…! – dijo Leah disgustada pero apenada conmigo.
¿Qué tanto había visto u oído Seth?... no lo sabia, pero yo debía hacer algo para que sacara de la pena a mi… ¿novia?.... Sonaba extraño mencionar ese término con tanta seguridad. Aun no me lo creía pero al parecer no era el único incrédulo: Leah seguía inmóvil y con la sangre en la cabeza.
- Bueno… ¡no fue tan malo! – le dije en tono burlón y causé que cambiara de actitud y me mirara con cierta acidez
- Pero, reaccionó mejor de lo que pensaba. Si yo hubiese visto a una mi hermana besando a un hombre como tú me besaste a mi le hubiese cortado la cabeza a ese degenerado
- Jaja ¿Cómo yo te besé a ti?
- Sí
- Me parece que tu me besaste a mi
- ¿Entonces fui yo solo? Perfecto – me levanté ofendido
- No, no – me agarró de la mano y me volvió a besar tiernamente
- Así está mejor – le respondí, con una sonrisa de oreja a oreja y se sonrojó
Nos quedamos sentados unos minutos en la cama, hasta que vi la hora que marcaba su reloj. ¡LAS 8 AM!
- ¿Creo que debería irme, no? – le pregunté
- Si, me parece que si- dijo - lamentablemente – cuchicheó
Le di un beso en la puntilla de sus labios y me fui.
- Nos vemos en un rato – le dije antes de irme
- Si, vale. Hasta luego
Baje las escaleras cuidadosamente y salí a afuera. Estaba mi coche aparcado. Me subí y conduje hacia mi casa. Llegue, subí silenciosamente las escaleras, fui hasta mi cuarto, mi cama, y me profundicé en mi sueño…

Me habré levantado como a las 11 AM, como siempre. Estaba feliz y confuso al mismo tiempo. No entendía lo que había pasado esta madrugada… entonces decidí llamar a Leah.
- Hola Leah
- Hola Jake. ¿Dormiste bien?
- Como un oso, ¿y tu?
- Jaja. También. ¿Qué quieres hacer hoy?
- Me parece que deberíamos informarles a la manada de nuestra… relación…
- ¿Te parece?
- Al menos que te avergüence salir conmigo… - le dije con un tono chistoso
- ¡Por supuesto que no! ¿Cómo puedes pensar eso?
- Perdona. ¿Entonces te apetece hacer un almuerzo con la mandada?
- Vale. ¿En dónde?
- ¿Qué te parece hacer un asado en mi casa? Los invito a comer. Es un buen día.
- Vale, yo les aviso a la manda. Tú anda preparando el asado, que yo me encargo.
- Vale. Nos vemos… te amo – me salió de repente, se lo tenía que decir. La amaba. Aunque no tanto como amada a Nessie – ningún amor se podía comparar con el de ella – la amaba
Se quedó callada unos instantes, dudando.
- Yo también – y colgó
Bajé corriendo las escaleras y le avisé a Billy sobre el asado. Me preguntó a qué se debía y le dije que era una sorpresa. Que después se enteraría.
Preparé todo el asado y en cuestión de dos horas empezó a caer la gente… primero llegó Sam con Emily. Luego Quil, que como siempre cargaba a Clarie, Luego Jared, Kim y toda la manada. También se presentó la familia de Leah y Charlie. Los únicos que faltaban eran Seth y Leah quienes llegaron un poco más tarde.
Cuando llegaron saludé a Leah con un beso en la mejilla – no la iba a besar en frente a su hermano, aunque ya haya visto lo de anoche – y a Seth con la mano.
Cuando todos habían llegado, nos sentamos en la mesa y nos pusimos a comer. Con Leah nos mirábamos cada tanto para ver cuando decíamos la noticia. Y al final del almuerzo, empecé a hablar. No sabía qué decir ni como se lo iban a tomar. Pero no me importó, mi amor por Leah era mucho más importante que la opinión de la manada…

0 comentarios:

Capítulos - Primera Parte