94 Capítulo: Lo que le pasa a uno por dormir

- ¿Qué ha pasado Nessie? – le pregunté aterrado. ¿Qué clases de cosas graves habían pasado mientras que yo dormía? Maldigo haber dormido tanto tiempo.
- No lo sé muy bien, Jake, tú sabes, me ocultan muchas cosas a mí. No quieren que ‘me preocupe’. Pero sé que pasaron cosas malas. Anelisa se tuvo que ir y se llevo a Jackelina. Estuvieron los Meadow rodeando la casa todo el día. Emmet, Jasper y Alice anduvieron entrando y saliendo de casa continuamente. Rosalie me cuidó todo ayer mientras tú dormías y me cerraron las ventanas de mi casita. Pusieron nuevas alarmas y me prohibieron salir o dejar que alguien entre. Y Leah y Seth no se han ido de aquí. Bella no vuelve desde antes de ayer y Edward se fue con ella. No entiendo qué ha pasado pero sé que nada bueno. Algo está ocurriendo y temo que...
- ¿Qué temes Nessie?
- No importa, Jake.
Yo sabía que temía Ness: que nos vuelvan a separar. Estaban ocurriendo cosas y nada buenas para ellos. Era obvio que se irían en cualquier momento. Tenía que impedirlo.
- Tengo que ir a la casa grande Ness.
- No, Jake, quédate acá.
- No puedo Nessie. Tengo que averiguar qué sucede. Debo ayudarlos.
- Ellos pueden hacerlo, quédate conmigo Jake.
- Pueden, pero seguro deben de necesitarme. Tengo que ayudarlos.
- Pero, Jake, temo que este sea la última vez que...
- ¿Nos veamos?
- Sí...
- No, Renesmee, ¿qué paso con la promesa?
- No sé, Jake
- Mírame, Ness - la cogí de las manos y nos miramos a los ojos – nunca nos separaremos. Si ellos quieren irse, pues nosotros también. Nos iremos a otro lugar, muy lejos de aquí. Hasta ahora nos quedaremos así, si algo ocurre nos encontraremos en el río. Tú sabes dónde, Ness. Solo te pido que te quedes aquí y no hagas nada al menos que sientas que nos separarán. ¿Me lo prometes?
- Te lo prometo, Jake. Te quiero
- Yo también, Ness.
Le di un beso en la mejilla y me dirigí hacia la casa. Desee que Nessie haya comprendido bien lo que le dije, pero no me podía quedar con ella. Debía averiguar qué estaba ocurriendo. Y pronto.
Ingresé a la casa grande y había un silencio sepulcral. Se escuchaban unos murmullos solamente, clima era desolado y desconcertante.
Me dirigí al living. Allí se hallaban Seth, Rosalie, Leah, Jasper y un chico al cual desconocía. Se encontraban hablando sentados en la mesa. Esme y Carlisle ingresaron por la entrada de la cocina con una piza y tres platos. Se los tendieron a Leah, Seth y al chico extraño. Pude olfatearlo desde lejos y lo reconocí: era uno de nosotros. Pero definitivamente no de nuestro clan.
Ingresé y todos se voltearon a mirarme.
- ¿Y Nessie? – me preguntó la rubia.
- En su casita... que está pasando.
- ¿Sola? Debo ir. – se levanto y se dirigió hacia Ness.
- Siéntate, Jake - me dijo Carlisle. Obedecí.
- Debes de tener hambre. En seguida te traigo algo para comer - dijo Esme y se fue a la cocina.
- ¿Qué está pasando? – pregunté desconcertado.
- Muchas cosas, Jake. No es tiempo de explicar mucho, pero debes escuchar con atención. – me dijo Leah. Miré al chico que se encontraba al lado de ella. La miraba de una forma peculiar. Ella me miró y me sonrió. – él es Mauricio. Parte del clan de lobos en Ottawa – agregó.
- Mauricio... un gusto.
- Igualmente.
- ¿Ustedes estaban el otro día en el bosque, cuando me encontré con los chupasangres?
- Sí.
- Oh, gracias. Me salvaron la vida.
Asintió.
- Toma Jake – me dijo Esme y me tendió un plato con Pizza. La devoré instantáneamente y luego cogí otra. Tenía hambre.
- Bueno. ¿Qué debemos hacer ahora? – comenzó Seth. – ya recorrimos todos los perímetros y no se encuentran por ningún lado.
- Nuestra manada confirma que ya se fueron, pero no podemos estar cien por ciento seguros – agregó Mauricio.
- No podemos andar como si no estuviesen, no nos podemos arriesgar. – dijo Carlisle
- Ya hicieron todo lo que pudieron, no hay nada más que hacer, Carlisle, no nos queda otra que... – empezó Esme, luego me miró – nada.
- Debemos hacer una segunda observación. Debemos analizar todas las opciones concretamente antes de acertar con algo – habló Jasper. – Alice y Emmet deben estar por llegar en cualquier momento. Por ahora, Alice no ha podido ver nada.
- Temo que sea porque Ness se encuentra en todas sus posibles visiones – dijo Carlisle.
- Y en cuanto a Edward y Bella... llegarán mañana.
Yo escuchaba y escuchaba, no deseaba preguntar nada ni acotar. Me enfoqué en la comida y en armar una historia en mi cabeza. Luego interrogaría a alguno en privado. No quería atrasar nada que se relacionase a perder a Ness o algo que se asimile.
- ¿Entonces? ¿Qué hacemos? – preguntó Seth.
- Primero esperemos a que lleguen Alice y Emmet. No se tardarán mucho. Luego nos podemos separar para hacer un doble chequeo en la zona. – dijo Carlisle
- Por lo que me dijeron mis muchachos, la última vez que los vieron se dirigieron hacia el sector norte de Ottawa. Después de ahí no hubo más rastro de ellos.
- Igualmente, no nos podemos quedar con nada. Hasta no encontrarlos, no podemos realizar ningún movimiento.
- Si quieren les digo a los chicos que realicen un doble rastreo en Ottawa. No creo que podamos hacer más que ello.
- Y nosotros lo realizaremos en Forks, para aclarar que tampoco se hallen por allí. – dijo Leah
- ¿Y hubo más muertos? – hablé yo por primera vez.
Todos me miraron.
- No. Los últimos que se hallaron fueron los seis de la otra vez.
- Entonces si no hay muertos por un tiempo, significan que ya huyeron. Lo han hecho una vez, dos podrán hacerlo. Hay que esperar unos días nomás.
- No hay tanto tiempo, Jake, Ness está en peligro – dijo Jasper
- ¿Y por qué está en la casita? ¿Por qué no la traen aquí?
- Allí está más segura. Pusimos alarmas nuevas y mejor protección. Igualmente nunca estará sola, siempre tiene que haber alguien. Ahora está Rosalie. Nos iremos turnando. – aclaró Esme
- Entonces – comenzó Carlisle – ustedes realicen el doble chequeo, cuando finalizen lo haremos nosotros al llegar Alice y Emmet. Luego de ello, si no encontramos nada... tendremos que arriesgarnos y realizar el paso final – Esme lo miró con cara extrañada – no me mires así, Esme, es lo único que nos queda por hacer. Ya no hay opción.
¿De qué estarían hablado? Mi corazón comenzó a palpitar con más violencia con tan solo pensar de lo que estaba ocurriendo. Sabía cómo terminaría esto: se irían. Y no tendría chances ni de hablar. Pero con Ness nos quedamos con esa promesa, y obviamente no la romperíamos. Aunque temía que algo ocurriese al realizarla... su vida corría en peligro y sólo por un capricho nuestro... Tenía que separar el amor con la vida. ¿Qué sería peor perder? No lo sé. Pero con tal de que Nessie se encuentre bien, cualquier cosa. Total, Leah lo había dicho, en algún punto, nos volveremos a encontrar.
- Bien – agregó Mauricio – en marcha.
- Nosotros también debemos ir, Seth – dijo Leah – Jake, tú mejor quédate.
- No. - negué con violencia. No me iban a dejar otra vez.
- Si Jake. Debes quedarte. Por favor, te lo pedimos. No estás bien, nosotros podemos.
- No, Leah, no los dejaré.
- Sí lo harás, Jake – dijo Carlisle – aparte, te debemos unas cuantas explicaciones. ¿No deseas oírlas?
- Es que... no puedo dejar a mi manada...
- Quédate Jake, cualquier cosa te llamaremos – dijo Seth.
- ¿Lo prometen?
- Lo prometemos – dijeron los dos y se marcharon.
- Bueno, Carlisle, me debes unas explicaciones, has dicho.
Al momento de terminar la frase, ingresaron por la entrada Alice y Emmet, sobresaltados.
- Traemos noticias – dijo Alice, alterada.
- Tuvo una visión - agregó Emmet
Todos nos quedamos contentos por al fin tener algún indicio de algo, hasta que comenzó a relatar.

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